20 de diciembre de 2011

"Dentro de mi alma – rosa obstinada – me río de todo lo divino y de todo lo humano y no creo más que en la belleza. Sobre todas las cosas bellas, amo la música, porque es una fragancia de emoción [...] Que la frase esté tocada de alma; que evoque siempre un subvocablo, una sombra de palabra secreta y temblorosa, un encanto de misterio, como el de las mujeres muertas o el de los niños dormidos… Dadme siempre una mujer, una fuente, una música lejana, rosas, la luna – belleza, cristal, ritmo, esencia, plata – y os prometo una eternidad de cosas bellas. He sido niño, mujer y hombre; amo el orden en lo exterior y la inquietud en el espíritu; creo que hay dos cosas corrosivas: la sensualidad y la impaciencia; no fumo, no bebo vino, odio el café y los toros… y, en fin, tengo mi frente en su idea y mi corazón en su sentimiento."