"Escribo porque no soy feliz. Escribo porque escribir es una manera de combatir la infelicidad". -- Mario Vargas Llosa.
Hoy en día, los secretos tienen patas más cortas. Estamos mucho más cerca de describir cosas inesperadas. Y no nos referimos a la composición del ADN o un nuevo planeta en la galaxia (que también), si no a situaciones que antes podían pasar del todo desapercibidas, como nos enseña el caso de la esposa que descubrió que su marido no se había tomado "unos días" de vacaciones, sino que simplemente se había ido el fin de semana ¡para casarse con otra! ¿Cómo lo descubrió? Gracias a unas fotos que llevaban su nombre etiquetado en un perfil de facebook.
¿Consecuencias? Tiemblan los que viven de trampa… y quedan en riesgo de quedar sin trabajo los investigadores privados.
¿Otra novedad de estos tiempos? Los amoríos a distancia, tanto de final feliz como desdichado. Hay miles y miles de personas que comenzaron una relación por chat con el amor de sus vidas… o con el loco de turno.
¿Consecuencias? La distancia, antes, insuperable hoy en día es nada. Y encontrarse con gente afín, más allá de las bromas, es más fácil que antes.
Fuente: Libros en red.